2.6.11

Qué de palabras sobran
y sobran
y seguimos diciendo
y que suene música que al final es lo que queda.
Qué de palabras me sobran
por eso las voy soltando
hasta que no quede ninguna
y los amigos que aún me esperan
y los pechos amplios que me abrazan
y las manos que me calientan
y el frío que también estimula y tonifica,
porque las montañas, los sufijos que pondría,
aprendiendo siempre algo nuevo y relativo,
analizando a través de un vaso de vino medio lleno,
voy cogiendo sin soltarlo,
cada poco tiempo bailo,
cada poco espacio lamento no haber tenido más espacio.
Y amplío mi cuerpo
y regalo lo que no necesito y reciclo mis yo atrasados
y vuelvo a ellos.
Sigo haciendo teatro de la vida, que no falte,
que no quede nada en el tintero,
qué de palabras sobran
y sobran.
Sigo moviéndome deprisa y despacio
si la ocasión lo requiere
y me quivoco y me abucheo
y me miro al espejo, elemento verdadero en nuestras vidas
y sé lo que dices cuando dices lo que dices.
Y estoy de acuerdo.

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