Muerte a la voz de la conciciencia que me ata
y hasta humilla cuando puedo y estoy floja.
Muerte a ser culpable de no ser culpable
y a toda la parafernalia
ya casi surrealista
de no tener criterio al ser yo misma.

Me queda cada vez más claro que los supiros son los silbidos del viento que corren dentro del pecho casi sin razón, buscando la cordura, soñando con vehemencia.

De tanto pensar las cosas he llegado a descubrir que un mismo tema puede ser visto desde cien puntos de vista distintos y yo los tengo todos ordenaditos en mi cabeza para poder sacar el que más me acomode, dependiendo de cómo amanezca.

Pucha tiempo culiao me vai a dejar más cansá que la cresta estos días, pero vale la pena! eso es lo que importa al final.

No ha habido tacto, ni espera, apenas confrontación, apenas sitio,
ni casi vías, ni casi tiempo.
No puedo quejarme, no debo agobiarme
y mucho menos esperar que me esperes.
Pero soñar es gratis, o eso dicen,
por más caro que siga saliendo cada centímetro
puedo creer, tarde o temprano,
que será importante
en esta estupidez mía.

Contraeltiempo

Estoy corriendo detrás de un tren
que se pone delante y me atropella,
por más que huya siempre el tiempo
me coge y me aplasta entre dosmomentos
imprescindíblemente únicos,
únicamente imprescindibles.
Y voy con la lengua fuera
por detrás del meridiano.

El tiempo me da la mano

Los dedos trotan encima de la mesa, los dedos como caballos salvajes. Salvajes .. pero ella no se da cuenta de la libertad, la ansiedad mancha todo de inercia. Se sienta a comer y la boca le sabe amarga, la broma le sabe amarga, el tiempo le sabe amargo porque nunca se da el respiro suficiente como para sentir, esa pausa mínima para no quedar sin aliento, avanza.

Se sentó a escribir y en las palabras encontró un puñado de objetos bellos, feos, significativos, baratijas encantadas por sus dedos,frases en serie que se hacen únicas al entrar en su vida, una mueca aquí, un arañazo allá, historias de procedencias y caminos de vida: una cita amorosa, una huída precipitada, un regalo decepcionante al que se le coge cariño, una cruz santificada, el olor envolvente de una candola tibia que te reconcilia con tu oscuridad, la aparición misteriosa e irresoluta de ese día penoso.

El calor le gana al frío y la noche al día, es un mal comienzo para unas letras que hablarán de la realidad, pero escucha, el frío viene encima del calor y el día cubre la noche, ¿puedes entenderlo ahora? Te hablo y traduzco de otro planeta, es fácil comprender que tienes una oportunidad en cada momento, tranquila, que no vale la pena ni mucho ni poco adjudicarte cada una de esas perlas. Hazte un collar, póntelas en el cuello y observa. Ya mañana podrías estar muerta y ser polvo, y las perlas brillando de nada te sirven; ya pasado mañana podrías estar viva, ser reina en una isla moribunda de sentimientos, y las perlas siguen siendo siempre lo mismo, con tus esperanzas puestas en el brillo esférico que las rodea.

No te hagai mala sangre con nada, escucha... escucha cómo todo va a acabar bien.

Pan con queso

Me gusta leer, creo que lo he contado un par de veces; no es nada para sentirte intelectual pero si para saber, me gusta aprender, me gusta conocer en fragmentos como la gente imagina y crea la vida.

Ando sorprendentemente más positiva de lo normal y no es que me haya pasado algo distinto o "especial", tampoco he resuelto problemas y hueás, no, na que ver; pero no sé .. ando en buena onda. Lejos lo mejor es que sea porque si, creo yo.

No existe una escuela que enseñe a vivir

Debiste llegar antes del ocaso,
quizá antes del mediodía,
quizá cuando rompía mis rodillas,
quizá cuando rompieron mi coraza,
quizá cuando ser humano era arriesgarse a vivir
y vivir era un cura sana y yo salía a correr.

Debiste llegar antes de la lluvia,

quizá antes de la once,

quizá cuando queríamos tomar un té en la terraza,

quizá cuando la playa era la melodía única,

quizá cuando corría, humeaba, cuando entendía,

quizá cuando empezaba a aspirar el cigarrillo,

quizá antes de que él me consumiera,

quizá cuando me fumaba la vida y ella me fumaba de vuelta.

♫ Miro alrededor,

heridas que vienen, sospechas que van

y aquí estoy

pensando en el alma que piensa

y por pensar no es alma,

desarma y sangra.

No existe una escuela que enseñe a vivir ♪

La espera

En el grito partido de sus ojos
encontré las trizas de un destino impostergable,
eran ecos de abismos o fantasmas sensuales,
sostenían las murallas de mi cuerpo
abrumado por palabras y muerte,

abrazaban mi cara contra su pecho

mientras las turbinas de su corazón se estancaban.

Los caminos dormían deshabitados
como espirales bailando en el viento,

allá lejos sonaba la vida

más fría y espontánea que nunca,

más silenciosa, más tímida.

Corrí detrás de una sombra que hablaba en mi oído

por calles, cerros, jardines vacíos;

dentro de mi cabeza un estruendo galopante,

crepitaba su vientre cuesta arriba.

llegué al final del precipicio y la vida me miraba desafiante,

cuestionaba mi postura imperfecta

y en segundos se llevaba la espera.