22.2.10

De todos los "Te extraño" que colecciono en las horas tristes, de todos los saltos al vacío a media noche entre sueños, de los momentos hablando bajito para que nadie nos oiga; de todos, excepto TÚ, que estás tan lejos; o de todas las palabras que de una en una voy colocando sobre mi pecho, yo me quedo sin ti, para mi y por ti, que te quedaste finalmente con mis palabras que a pesar de no sentirse tuyas hablaban de ti y de lo nuestro, antes de la disociación que vivimos presente y ausente, que no estás y estás, que mi mente quiere dejar de pensarte y mi corazón de quererte como idiota, y mis manos que siempre han sido tuyas quieren irse de ti.

De toda piel de lenguaje, de toda risa y suspiro, de todas las líneas dibujadas en arañazos de un cuerpo, de besos y orgasmos, de todas las caricias y momentos, de toda la historia que contó mi corazón durante un año, de todo palpito mío al unísono contigo y con esto, que era amor salvaje y tímido, que era amor simplemente, amor; me quedo con todos los "Sin Ti" que puedo y no quiero, me quedo y te vas, tú y yo que caminamos uno al lado del otro, un paso tú otro paso yo, otro párrafo y capítulo que escribo, otro beso a verso que soy, como dos inconscientes, disociación.

21.2.10

Disociación

Qué acaso no entiendes que cada vez que intentas acercarte mi corazón llora como loco? Vete. No te acerques. Se agita mi pecho. No quiero escuchar ni leer de ti, que te siento y no quiero, que te quiero y no puedo (evitar). Ya no somos uno. Que mientras escribo me duele, que quiero sanarme y lo necesito, que cuesta, lo sé. Pero entiende que ya no puedo, que no debo. No quiero seguir así, confundida, llorona e idiota. Pero gracias, que de todo esto yo aprendo, que de todo esto yo escribo una histora, esta es MI historia, mi historia que se titula con tu nombre. Y es cierto que no quería irme (de ti y tus brazos), pero supe, y aún sé, que debía hacerlo; y que aunque duela es necesario.

He decidido perdernos por completo con nuestros berrinches, con nuestros pucheros, con nuestras actitudes inmaduras, con tus risas espontáneas, con mis jadeos en tu cuello, con mis canciones tontas, con tus sonrisas esporádicas, con mis manos expresivas, con tus conversaciones tontas, con todo lo que me construye y nos construyó en nuestro tiempo (muerto) un tiempo en el que sonreías al verme, en el que me importaba si llorabas por cualquier cosa, por cualquier estupidez; un tiempo en el que me sentía segura entre tus brazos, ahora me encuentro a mí misma, por enésima vez, escribiéndote un poema de despedida.



"Te vi y seguí caminando porque no me quedó otro remedio"

Te voy a guardar
por siempre
en una caja.

En esa.

La que está

allá
muy lejos,
bien lejos,
como sea.

Voy a guardar tu existencia
para mí.
Sólo yo sabré
que tus besos
realmente fueron
cuando quisiste

sólo
míos.
Era el momento más tranquilo del mundo
aunque las explosiones estuvieran ahí fuera.
Lentamente se desgranan las canciones,
lentamente se desangran las enormes voces de la cabeza.
Intento ser humilde y lo consigo,
pero siempre seré la apisonadora que te aplaste,
hazte a un lado.
Que te quise y que te quiero,
pero de lo simple a lo complejo voy cambiando.
Tú, velocidad; yo, perspectiva;
los dos, que todo está en la cabeza,
y aprender la calma,
y satisfacer al alma con nutrientes de calidad.
Porque perder el magnetismo
es perder el miedo a la palabra amar.

20.2.10


es complejo intentar mediar en la existencia de alguien
que se ha declarado a sí mismo una guerra

Suicidio

Lo que hiciste fue vernos morir
y lo que no hiciste fue hacer algo para evitarlo,
y tú que tienes mi nombre y mis manos
no hiciste nada para evitar lo que ocurría
¿Cómo esperas que te crea?
Tienes mis ojos y mis lunares
y todos te hablan como si fueras yo,
eres un simple corazón sin rumbo
andas por ahi sonriendo y llorando por todo
¿Cómo esperas que te crea?
Si soy yo hablando de mi misma
de mi y de mis defectos
de un "YO" y sus aparentes virtudes.

16.2.10

Polvo

Me hice polvo entre tus brazos
y me llevó el viento.
Cuál fue mi sorpresa…
Seguiste abrazando
la sombra de su fantasma.

Me llevó el viento
y desde lejos te vi
abrazando la nada.

Predigo que pronto te aliarás con tu corazón
para olvidarme.
Predigo que de pronto me extrañarás.
Tal vez, sólo tal vez
llorarás por mí en secreto.
Pero sé que seguirás abrazando,
por algún tiempo, mi estela.

Yo, como ahora soy polvo
y soy nada, en el aire
te seguiré contemplando
hasta que alguna aspiradora
capture toda esta mierda.
Si me quiso, o no,
no me importa.
Sólo sé que no olvida
casi tan rápido como yo.

Voy a hacer mi último mejor intento
para no preguntarle si me extraña...
Y, después, saldré a caminar,
veré a las personas caminando,
y les construiré historias...
mejores o peores que las mías,
seguro.

Y así, con la mente divagando,
intentaré olvidar que está,
a unos cuantos minutos,
brillando en su bicicleta morada.

Se hizo polvo, de nuevo...

Se hizo polvo entre los brazos de una máscara sin cuerpo...


yo ya no te puedo ver

Quiero recordarme de ti.
Tristemente, ya he borrado tu cara
de mi cabeza,
y el signo de interrogación me pregunta
si alguna vez exististe en realidad.

Sé de ti,
por la sensación de frío que dejaste en mi mano.
De frío y de hielo.
Recuerdo cómo se siente.
Pero no recuerdo tu rostro.

He borrado todos tus mensajes,
han quedado rotos como imagenes difusas en el suelo.

Rotos, porque así te encontré:
en pedazos. En trozos.
Te he restaurado con recortes,
pero no eres tú.
Es sólo el frío en mi mano.
Las cadenas. El miedo.

Olvidé tu imagen,
quizá porque siempre cerraba los ojos,
como si no quisiera verte nunca.
Como si no quisiera haberte visto.
Como si cada poro de mi cuerpo desnudo
pudiese olvidar el roce de tus dedos.
No pudo el poro.
Ni el labio.
Ni siquiera mi ojos adictos a mirarte,
como si pudiera tu imagen quedar atrapada,
en una jaula,
en mi cabeza.

Me he olvidado de tu rostro,
que está cautivo en mis manos.
Y cuando las abro las veo menudas,
tristes, rosadas, y no te encuentro.
Ni te espero.

El nudo en mi garganta

Esas manos
que alguna vez fueron negras
se estrellaron hoy entre las mías
para matarme.

La nostalgia de la jardinera,
el clima, el arcoiris...
las nubes lagrimeantes,
la cadena en mis tobillos...

El brillo vuelve después de un viaje largo;
me visto de gris con letras negras.
La puerta multicolor del cielo
se abre para mí.

Inhalo,
cierro los ojos,
te veo,
exhalo,
(Una lágrima del cielo ha caído sobre mi cabeza)
la siento,
¡estoy viva!


Y otra vez el nudo en mi garganta.
Me despedí
porque supe que no
iba a volver a hablarte.
Esperé respuesta y, como siempre,
no tuve.

Ahora ya no espero.
A veces me basta con un silencio...
Un silencio profundo.
Es un bosque oscuro. Ya lo sé.
No tienes que recordármelo.
Yo decidí adentrarme contigo aquí.

El agua está muy sucia. Ya lo sé.
No
tienes que repetírmelo.
Yo quiero bañarme aquí contigo.

Mis pasos son titubeantes. Ya lo sé.
No
tienes por qué señalármelo.
Yo veo mis huellas, y quiero acompañarte.

No hay flor alguna que adorne el camino. Ya lo sé.
No
tienes que decírmelo.
Yo puedo verlo, y mi paisaje es tu espalda.

Llevamos horas caminando. Ya lo sé.
No
tienes por qué avisarme.
Mi reloj es tu pelo cuando lo veo crecer.

Estamos perdidos… ¡Si, ya lo sé!
No
tienes que recalcármelo.
Yo tampoco sé adónde nos dirigimos.

Que tenemos que separarnos… Sí, tristemente lo sé.
No
tienes que darme esa mirada piadosa.
Sólo estábamos acompañándonos. Lo sé.

En tus manos

me encantaba
cuando me dabas un valor
más allá
del que representaba para ti

era algo así como
dibujar y colorear
cada día a tu gusto

como usar tus crayones
y tus lápices

era como si tú me dieras la forma que más te convenía en cada preciso momento
y me llenaras del color preciso
con las líneas precisas

era como dibujarme en calco
y tener la opción de estirarme
romperme
empaparme
morderme
repetirme
desfigurarme

mira ahora cómo quedó tu creación
¡mira!
que ahora tengo tantas copias de mí
con diferentes formas y colores
que no encuentro cuáles me quedan mejor

a veces pienso que hubiese sido mejor romper las hojas de una sola vez
para no verme tan idiota como ahora

14.2.10

Sobras



me sé de memoria
todos los
gestos
de tu cara bonita
cómo desnudas mi cuello
como si rasgaras las cuerdas de mi guitarra
desmayada en tu vientre
y te dejas caer por mi cintura de roble
para volver a la barbilla
que me sabe a tu perfil aprendido
a golpe de quererte

y luego
te salvas de algún dolor
que aún llora en forma de espina incómoda
en el costado de tu cuerpo perfecto
que me sirve
de rincón
de escondite
de nube
de grito
de fuerza

y después paseas por mis labios
como en un torbellino de amor
de faros
que son tus ojos
de plumas
que son tus manos
blandiendo mi espalda en una lucha
que no es de ninguno

pero que ya me/has ganado

te retrato
en esta especie de declaración en verso
porque
(y no lo quiero (creo) parece)
solo sé escribir sobre lo que siento
y porque te siento en forma de eco
hasta cuando no estás
y vuelves
y es tenerte tan cerca
que explota algo de luz dentro de mi estómago
y crecen flores en los bordes de mis labios

de mis talones

corro a buscarte cuando llegas
evito transeúntes que impiden mi marcha
aunque agote mi aliento
te veo a lo lejos
y recupero la vida

me desabrocho la entrega

conozco tu gemido a media noche
tu paz a media tarde
tu voz mientras nos callamos

(encontrarme a tu lado es olvidar tiempos
y apostar por la felicidad)

ya sé cómo eres rompiendo pendientes en cuesta
(valiente)
cómo desvías la mirada
(cuando duele)
cómo te bailas la sonrisa en los mensajes
de cualquier jueves

cómo me buscas en silencio
(porque somos)
a voces

cómo es caminarte sin prisas
y cómo es quererte sin pausas

Te cruzaste en mi sueño horizontal
y te quedaste ya siempre conmigo

sabes las palabras que me llenan vacíos incómodos
cuándo retuerzo tormentas por dentro
en qué consiste mi forma de lucharme el día a día
vienes a ser
la presencia que me da cobijo
la llegada en la que escapo


lo cotidiano que tiene un nombre
tan parecido al tuyo

me atrapas en todos tus laterales
me reinvento en cada una de tus esferas
de tus abrazos de despedida
la de los encuentros para sentirnos la piel
curada
mutuamente
de temores
la que se parece
tanto
tanto

a ti



Feliz Sin Valentin

7.2.10

Yo no sé que hacer ahora
los perros ladran afuera en la calle
y mi corazón llora como idiota

6.2.10

El Túnel de los ecos

Este es el túnel de los ecos. El silencio se escucha profundo. Aquí, en el cementerio de las utopías yace tu nombre. Nombre de mentiras. En este túnel, el túnel de los ecos, no se siente el pasar del tiempo. Aquí descansa todo lo que no existe, pero que ahí está. Todo es negro. Ni una luz hace que brillen las lágrimas. Aquí descansa todo lo nuestro. Todo lo podrido. Descansan las piedras, las hormigas, las espinas, y ese sentimiento de convertirse en uno. Están muertos. Aquí, en el túnel de los ecos. No se ven los cadáveres comidos por los gusanos. Aquí sólo huele a muerto, pero no se ve. No hay viento, ni aire. No hay premio, no hay castigo, no se sabe nada.
Este es el túnel de los ecos. Un corazón yace sin motivo y sentimiento. Aquí el dolor cala muy dentro. No estoy feliz, no estoy bien. La tarde es gris y no me acompaña. Me hundo. En este túnel, el túnel de los ecos, todo es mío y no tengo miedo a escribir. Éste es mi túnel, el túnel de los ecos, está en una esquina, la esquina del cuarto. Ahí es, ahí está, lo puedo sentir. Alejándonos, pudriéndonos. Esta vez no hay música. Aquí descansan los besos rotos.
La luz se escondió debajo de mi cama y mis palabras se infiltraron por mi piel y el amor otra vez me hizo sentir tan idiota.
quería empujarte
lejos
al otro lado
muy lejos
donde no te viera
allá donde la niebla te borrara
lejos
muy lejos
muy lejos de mí
para no causarme daño
lejos
lejos de mí
muy lejos
porque no te puedo ver.