27.11.12

no me gustan los finales porque no sé como enfrentarlos (ni sé si debo enfrentarlos), quizás por eso estoy como estoy, así tan a la deriva. no me gusta la incertidumbre pero me da miedo tanta certeza. quizás estoy aburrida de perder gente como quien pierde pinches para el pelo, ya no quiero más desilusiones ni más traiciones, quizás es mejor hacerse la hueona.

19.11.12

déjame dormir

estaba cansada, había cerrado un momento los ojos, no fueron más de tres segundos, los volví a abrir y allí estaba, nadando en medio del naufragio.
no me pidas que no me ahogue si es el vacío el que me arrastra, me duele el pecho entero y no tengo fuerzas en los brazos, no quiero nadar más, me desarmo.

2.11.12

dormidos (segunda parte)

pensó que lloraría, pensó que lograría entender pero no lo hizo, el corazón seguía latiendo y ella aún no podía evitarlo. las manos le temblaban, no era sólo por el frío. la cobardía la invadía, la cobardía y la rabia. despertó al otro día sobre su cama, no recordaba como había llegado a casa. miró el techo, miró las paredes, tocó las sábanas de siempre y aún se sentía ajena, vacía. decidió levantarse, se miró al espejo, se le había corrido la pintura de los ojos, mojó su rostro y un escalofrío recorrió su cuerpo entero. -"es cruel seguir viviendo, es cruel querer seguir viviendo, es cruel querer seguir viviendo así" - se dijo a si misma. 
él leyó el mensaje que ella había enviado, él leyó palabra a palabra y un nudo se le formó en la garganta, un nudo que llegó a su estómago y alcanzó su cuerpo entero. se quitó los zapatos, puso a hervir agua, se tiró a la cama, apoyó los pies en la pared y comenzó a mirar al techo como esperando una respuesta. él sabía que allí no la encontraría. preparó café, prendió un cigarrillo y en su cabeza una nube no dejaba de rondarle. "la miré, al segundo siguiente una explosión tuvo lugar dentro de mi cuerpo. me temblaban las manos, ella se llevaba el cigarro a la boca una y otra y otra vez, en cada bocanada sentía que ella me aspiraba, me dolió el cuerpo, la voz, me dolió cada segundo, no supe que hacer, no sabía si sonreírle, ir a hablarle, salir corriendo de ese lugar" 
nunca se dijeron nada, él no quiso buscarla y ella tampoco tenía el valor para hacerlo, lloraron y sintieron el amor más profundo y absurdo que puede sentirse. entre las manos, como el agua, se les fue la vida, sonriente, siniestra, astuta, lejana.

(dormidos, primera parte)