fuimos humo, nos dedicamos a bailar entre vientos distintos, las luces nos golpeaban, el alcohol subía hasta la cabeza. fuimos una bomba y debíamos explotar en cualquier minuto. la guerra comenzaba entre besos y mordidas, luces apagadas, cinturones desabrochados, llantos y más llantos, risas, besos, cuerpos, sexo, amigos? 4, 3, 2 ,1 bailamos y bailamos, no resulta nada, lo sentimos todo, nuestros cuerpos se estremecen y giramos todos juntos, nos gustamos, nos odiamos, nos besamos, nos gritamos. toma ese trago al seco. un golpe en mi cabeza, risas en el suelo, como por costumbre, como por deseo, más besos, más llantos, más silencios, más ruido. me quiero ir. quédate, no te vayas.
caminé por la noche oscura y sin ganas, mi cuello manchado de besos, el olor del cigarro en la ropa y el alcohol en mis piernas.
la noche se hizo día y nuestro día un infierno, recordar. yo te dije eso? fin de semana siguiente, que la noche nos envuelve, ella estaba triste y el vodka le sonreía, la tristeza la hacía tomar sin asco, él besaba a cualquiera sin miedo de besar también sus palabras, ellos como siempre ocultando/pensando/recordando todo, observando a lo lejos. dos pendejos que se creen gigantes, bailan, juegan, se sienten perversos. tiraría contigo horas y horas. se desnudaron la boca, los ojos, las miradas, se desearon completos. fuimos doce, fuimos ocho, somos todos, somos ninguno.
