Mira,

puedo darle muchas vueltas

o decírtelo a la cara.

Estilo libre, ensayado e hipérbaton,

o palabra por palabra,

bien clarito y bien directo.

Mira,

lloro mucho, poco acierto,

me equivoco con la gente,

pero sé pedir ayuda,

soy así como pendeja y estúpida,

caprichosa y muy testaruda,

pero lo admito.

Mira,

no pretendo mucho más que lo que tengo,

pero necesito asegurarme de algo,

no te pido un compromiso de permanencia, ni un contrato,

pero no desaparezcas entre mis dedos,

no quiero volver a sentirme como la niña que vacía el mar con un dedal,

no quiero que eludas respuestas y que me hagas preguntas,

que quemes el silencio de una vez por todas,

no creo que sea pedir tanto.

No sé de que manera escribo cosas que de seguro jamás leerás

Camino entre las telas

como si de sueños se tratara.

Aprecio pequeños detalles de las sedas,

admiro una rana de fantasía,

pateo escalones, mil años nos contemplan.

Todo va a ir bien

porque existen hilos sueltos

y son tan bonitos y tan callados.

Me dejo llevar por entre las telas

se ciegan mis ojos como si realmente importara.

El viento me sopla al oído un par de ideas nuevas,

tomas la vereda de al frente

nos sonreímos y sería,

todo está listo como para soñar un tiempo lejanos.

Lejanos, juntos, lejanos, juntos, juntos.

Muy tranquilo

muy bonito todo,

muy silencioso el camino.

Te miro, me sonríes,

te abrazo (me gusta abrazarte),

la margarita de tu cara es casi especial,

es casi única, es casi enana,

quizá algún día casi mía.

Muy irónico, muy bonito

La vida está llena de hermosas y terribles contradicciones

como que sea yo amante de los gatos y me den tanta alergia.

Qué es irónico estar triste por aquello que nos pone todavía más tristes.

Y que es así, muy sin remedio.

Una pequeña historia, grano de arena,
y entre un número y otro, infinitos otros,

muy poca cosa,

muy poca

cosa,

muy muy bonito

Cometas

no sé si sólo soy la dictadura que me impongo
lanzo bombas atómicas si pestañeo

he perdido el encanto
y las ganas de ser diferente
he dejado de llevar libretas para apuntar desengaños
la libertad de quererme
me ha hecho vulnerable

continuamente me culpo
obviamente me desconozco

el mar es el hueco
que queda en mi vacío
es el agua donde quisiera ahogarme

hay tantas normas ajenas que me bailan
los días pienso que transcurren en mi continua deuda
nunca el mal y el bien estuvieron tan presentes

aunque al final de cada vida sólo me queda abrazarte
eres la mano que mece mi calma
no quiero que me veas con la cara seca

quién soy
cómo me muevo
qué extraña la mente me impone limitaciones
por qué las preguntas giran en la misma dirección:
quién en realidad se equivocaba

he llorado ríos mientras espero años
intento sobrevivir al amor quebrando el egoísmo

hay luces que me ciegan pero que me alumbran
algo estalla
algo estalla
las mismas bombas con las que exploto
algo estalla dentro de ti

soy un cúmulo de desaciertos

me podía morir ahora
me podrían matar ahora


me cuesta respirar
y lo busco

me engaño en mi huida de la felicidad
soy demandante
soy la que se abandona
a veces odio cuando me veo
soltando piedras por la boca

creo que
definitivamente
así
estoy matando el sueño

y
yo a veces
tengo tan pocas ganas
de salvarlo

aunque al final de cada vida sólo quiero abrazarte
eres
la
mano
que
mece
mi


calma

eso

Me gusta la sensación de despertar más tranquila, creativa y atenta, con la intención de poder hacer y deshacer sin que importe mucho, puedo correr y hundirme en las olas en las que mi mente navega, tomarle la mano al viento y que me lleve donde quiera. No tengo miedo al destino, no sé si creo en él de hecho, puedo abrir y cerrar la boca, decir y no decir lo que quiera, rasguear mi guitarra cuerda a cuerda y como quiera saltar y volver a nadar.

la pena que se guarda por años se queda ahí para siempre supongo, cuando intentas acostumbrarte es difícil dejarla de lado, se transforma en parte de una, creo que dentro de mi cabeza está la idea de que ya no importa, pero cada vez que llega el momento brota dentro de mi pecho y se anuda en mi garganta, es como una explosión en los ojos que te corre por la cara en forma de lágrima y dentro, en el pecho, el corazón se agita y grita con fuerza sin comprender y comprendiendo al fin al cabo. las penas conocidas son las peores, duelen una y otra vez y te dejan los ojos secos, las manos vacías, la cara roja y te sientes acabada. no me gusta tener que acostumbrarme, me da rabia por la chucha, no quiero.

me bajé un disco antiguo, no tan antiguo de años pero sí de haberlo escuchado, lo extrañaba, me volvió al cuerpo la sensación de ese tiempo. me he pasado días en pijama, debo admitir que he vivido situaciones nuevas, extrañas, incomodas, distintas. veo un poco borroso, puede ser el sueño, acabo de descargar un disco no tan bueno pero que no sé por qué razón siento que debía bajarlo (igual está bueno en realidad) .

tengo sed, iré a buscar la última leche con frutilla del día y me iré a dormir, no hay mucho que escribir, las cosas andan normal, chaito.

a momentos
cuando me abandona la cordura
siento que te me vas de las manos
y del cerebro
que te escapas, poesía,
por entre mis miedos

y no puedo escribir,

y no quiero.

Si los días tuvieran la sutileza que tiene el sol de repente sería todo distinto, supongo. dentro de la sed de paisajes que tienes me acurruco y me escondo, dejo que el tiempo pase con la velocidad necesaria para oírme menos.

quiero bailar cualquier día del año

a veces (tantas) me amarro a la noche con más fuerza que entrelazando nuestros dedos, me dejo llevar por el camino de siempre, con la compañía de siempre y no me quejo. te abrazo, te tapo los ojos, me amarro a tu cuello, te susurro al oído, tengo miedo, tengo miedo.

hablar de amor es más fácil que sentir; escribir sobre amor es tan fácil como respirar, pero pensar en amor es difícil, no sé si hay algo que se le parezca. pero tranquilos, no pasa nada, tranquilos, solo te pierdes de lugares soñando, solo con gente y solos, acompañados y solos. pruebas el límite porque ignoras que un beso, una caricia, un abrazo, una sonrisa amable (una tarde entera) puede llevarnos al cielo. me siento a conversar con la princesa, triste, triste, al lado, ilesa y vestida de púrpura, muy simple, muy bonita; siempre con los ojos atentos, sin tanto hablar, siempre con la mirada atenta, nunca un exceso verbal, contenida, suspirando, siempre nadando dentro de sí misma, siempre nadando, introvertida dentro del vestido de mariposas púrpuras. al final puede ser como los otros, como los que dejan de escribir y desaparecen.

protegerse suena aburrido, diga como lo diga, suena al gris de los grises abandonar cualquier cosa prácticamente divertida, suena hasta agridulce incluso, la monotonía; me aburre, sus letras, sus vocales son distintas a las mías. no sé que sonaba mientras yo nacía, pero era primavera, eso debe notarse.

1:04

voy a comenzar a escribir, lo estoy haciendo. tengo miedo de ver el resultado final de estas líneas, últimamente lo único que hago es lloriquear como pendeja. creo que el problema es el tiempo que no me he dado aún como para pensar, últimamente el tiempo ha confabulado con mi poca paciencia y me ha revuelto el cerebro.

quisiera despertarme un día y poder prender un puto cigarro y que me consuma. me da rabia, me frustra, me caga la onda no poder fumar, es como que voy en la calle y toda la gente prende cigarros, tira el humo al cielo y por dentro mi corazón late más fuerte que la chucha, no sé en qué momento me hice tan adicta y tan ahueoná por ese cilindro de tabaco.

la palabra ahueoná me tiene identificada últimamente, la uso para todo y nunca me ha gustado, de hecho la encuentro demasiado insultante, pero no sé, me acomoda dentro de lo peyorativo que puede resultar.

eso, ya me aburrí, se me helaron las patas y mi cama debe estar congelá. chao

todas las lindas palabras y los buenos momentos, creer tanto en las personas no puede ser en vano. no puede ser que la decepción se lleve todo. guarda los más lindos recuerdos y las más bellas palabras hasta otros tiempos, cuando el corazón ya este listo para decirlas de nuevo. no puede ser así de cruel la vida si fue de verdad.

podría jugarme un kino hoy día y sería pa puro perder plata, la suerte no anda conmigo, el karma quiere derribarme, nunca he sido tan pelota creo.

no, si yo te quiero pero ahora estoy cansada. no soy feliz yéndome, pero tampoco quedándome. ademas creo que no es necesario ser feliz para recomenzar, y aparte tener que esforzarme tanto no esta en mis planes. me gustan mas las mandarinas que las personas. a veces se sufre por largo tiempo y uno no quiere darse cuenta, es más fácil acostumbrarse. siempre me acuerdo cuando me decías: caí de sus corazones como un pájaro cae del nido, rescátame, llévame en tu pecho y verás que sere buena contigo. yo siempre fui un quiltro, ahora estoy echada en la cama con una idea fija en la cabeza: no estoy segura de lo que quiero, estoy mas bien segura de lo que no quiero y tú no estas en mis planes así que no te aparezcas fantasmagoricamente. sólo tengo ojos para la tierra y sus piedras. me gustan más los carretes que las relaciones de pareja. a veces uno se aburre por un largo tiempo e insiste pero es más fácil acostumbrarse

alguna vez fui capaz de escribir cosas interesantes aquí. o al menos así lo creía. desde hace un tiempo, el ejercicio de leerme se ha vuelto una mierda. no tengo nada nuevo qué decir, así de simple. no quiero seguir llenando el ciberespacio de basura, ya hay mucha. nos vemos en un rato.

No sé

no sé, en la noche es cuando más quiero escribir, en la noche, cuando los dedos me gritan, me exigen, furiosos, rabiosos, que cuente y relate todo lo que pueda, que vomite lo que sienta. y no quiero.

tengo ganas de correr, de correr lejos, a lo oscuro, a lo incierto, correr sin saber y sin pensar tanto, pensar nada, respirar aire. tomo decisiones, dejo el cigarro de lado apagándose en mi mano, preferiría quemarme que extinguirme lentamente. quiero irme a un lugar verde, con harta madera, estrellas, sonidos, silencios. quiero irme, agarrar la libreta negra, colgarme la guitarra al hombro, guardar los cigarros en el banano y salir corriendo, corriendo, corriendo, corriendo, respirando.

puede que no llegue a ningún lugar, puede que no haya nadie esperando a que llegue, puede que llegue y puede que no, puede que que la inseguridad nos deje de lado, nos recostemos, dejemos nuestros cuerpos juntos, adyacentes, congruentes, inanimados, sueltos, dormidos.

Busco asilo

y no acabas de atreverte

a concederme un hueco. Es muy posible,

y eso me consuela, que no sea cuestión de desapego

sino más bien miedo a ese compromiso que inventé por ti.

Y llega inevitable el final de los días

y no haces nada para recordarme tu presencia

de lo que deduzco que no te interesa

por mucho interés que muestres.

Ya sé, no puedo pedirte un sacrificio

y debería dejar este teatro del absurdo

y ser más consecuente. Pero es que algunas veces

digo yo que podrías limosnarme,

hacer una excepción precisamente por ser yo.

Entonces no tendría que confabular contra todas las circunstancias

porque habrías desequilibrado la balanza

poniendo algo de tu parte.

No cuides mi integridad, que está perdida,

y dale sentido a mi tiempo.

Y cualquier fin de semana

invítame a tu vida.

Fuiste todo y fuiste nada.
Si murieras, el vacío
estaría igual de presente que ahora.
Si me matara, no sabría qué ponerte
en mi nota de suicidio.
Fuiste todos y fuiste nadie,
una cara cambiante válida para cualquiera,
todas las personas tú y tú ninguna de ellas.
Lo fuiste todo, cada día, cada carta
y no fuiste nada, ni un músculo, ni un nervio.
Como la tierra mojada está viva,
así eres.
Como corteza de árbol reseca,
así te mueves.
Como el humus de un bosque, silencio.
Como villano que se admira y que se pierde.

todo lo que está sucediendo dentro de mi cabeza últimamente se explica por el desarrollo de una profunda decepción sobre mí misma. estar así es tener las manos, los bolsillos y el corazón vacíos.