Sabré si al final

añoro preocuparme de algunas cosas y me encantaría no tener que preocuparme de otras, quiero cosas que me hagan sentir la espalda más livianita, la sonrisa se me cansa cada cierto rato. 

esta vez no tengo ganas de hacerle frente a nada que no sea evadir, huir de los miedos y sus fantasmas, de los dolores de cabeza constantes y de algunas pequeñas decepciones de la rutina. igual no toda la rutina es mala, hay ciertos momentos que podría repetir hasta la eternidad todos los días sin cansarme, es extraño como hay cosas que te hacen sentir tan bien .. como mi sobrino y sus intentos de abrazos y besos. la cagá.

igual lo mejor es no esperar nada de nadie, porque así van mejor las cosas. si no esperara nada de nadie las personas serían como pequeñas cajas de sorpresa y a mi a veces las sorpresas me gustan.

no estoy tan decepcionada de todo como creía hace un tiempo, la vida es divertida; lo que pasa es que a veces  soy una especialista en hacer de ella un fastidio. lo ideal es mandarse una o dos cagás al mes para ponerle emoción.

me voy a ir a dormir mejor, y no es porque tenga que ir a dar un ensayo de matemáticas temprano en la mañana, sino porque la lluvia está bacán e intentar dormir escuchándola es una sensación casi cósmica. 

quizás sobreanalizo demasiado las cosas, pero quizás por eso también tengo un blog, y quizás por eso releo ciertas huevás hasta quedar conforme.

Una historia que no acabará mal

mi fe no es tan grande, ni tan fuerte, ni tan cierta, cuelga de un hilo como un millón de cosas que suelo cuestionar, pero a veces entre creer y no, parece que es mejor creer.

2+2=pez

Es extraño tenerte cerca-lejos, a un roce de las manos. no sé y me pregunto qué haces, en qué andas. no son grandes pensamientos, son segundos, esa visión del día a día, tonta, aburrida, pero necesaria. es extraño no poder alcanzar el miedo y ya quisiera que el odio viniera a acompañarme y que su mano negra me guiara a un terrorismo sutil y elegante, a un olvido de relámpago, al recuerdo constante de tu inexistencia. que lo nuestro iba más allá del sexo, sí .. te encantaba decirlo, pero era más fácil emborracharnos como siempre y mandar a la mierda todo eso que sentimos y no mientras cerramos los ojos y nos mordemos la boca. como si recorrernos el cuerpo entero no sea ver y decir más, más de lo que nos atrevemos al menos.

La última dirección conocida

parece que todo está más bonito hoy día, como que tengo más ánimos. de todas formas me vine para acá como casi todas las noches a escribir algo. no es interesante, lo sé .. pura escritura vacía, pero es que andaba media perdida y no quiero recurrir a la última dirección conocida para querer escribir. los dedos me explotan solitos casi siempre.
hay tanta piel y tantos besos, tanto silencio absurdo y tantas palabras que hieren. te carga que te toque cuando estás vulnerable, cuando quieres llorar, cuando no quieres a nadie, odias que te haga sentir vulnerable, y yo por otro lado odio ser tan vulnerable contigo.

porque nos quisimos
nos quisimos en tiempos distintos
y esa fue nuestra culpa
yo tan pendeja y tú tan así
mirándome siempre y derritiendome siempre.
no te escribo pa decirte algo
porque ayer lo hablamos todo
y yo sé que es una tontera 
y aunque te carga que lo diga
pero no sé, a mi la poesía siempre se me va a la mierda cuando (como pendeja) me pongo a pensar en ti.

te dejaré llevar el estandarte

llévate con orgullo la bandera

llévatela y cárgala con esa sonrisita tuya

haz como si nada hubieses sentido nunca

mira como si ya no te importara.

llévate con orgullo la bandera

llévatela y con ella el estandarte

deja de mirarme con esa sonrisita

y llévate contigo la bandera.

quédate el triunfo de habernos perdido

quédatelo para siempre porque es tuyo y no mío

porque no fui yo quién huyó de esta historia

porque no fui yo quién la destruyó entera.

Reflexiones domingueras

hueón insisto en que mis sueños últimamente son cuáticos, muy. podría quedarme sentada mucho rato acá contando las cosas que pasan, pero ya es tarde y debería irme a dormir. por una extraña razón ando contentita, tengo ganas de bailar y de aprender nuevas cosas ojalá todos los días.

ayer en la tarde me eché en mi cama y miré mucho rato como las nubes se movían, me puse a llorar de puro ahueoná que andaba y me tapé la cara con una almohada hasta quedarme dormida. mi mamá fue a taparme y a abrazarme, sin decirme mucho me miraba y yo la abrazaba de vuelta .. sería bacán hacerme más amiga de ella pero hay cosas que quizás nunca (o al menos en esta etapa de su/mi vida) va a entender; ahí es cuando me dan ganas de salir corriendo, pasarme por el techo, saltar bien alto y sentarme en una roca gigante y contar ovejas infinitamente hasta cansarme y decidirme volver a casa. volver al lugar de donde nunca me he ido, pero el día que me vaya de verdad me sentiré valiente, tan valiente como los gatos que viven solos bajo algún puente y no le temen a nada. ya sé que parece que perdí la idea principal de todo lo que iba a contar, pero nunca la hubo. los últimos sábados se han tratado básicamente de saltar a mi cama y acostarme ebria, pero a pesar del estado etílico las personas que me acompañan todas esas noches me sacan sonrisitas que duran varios días de la semana. los carretes no llenan, las personas si ... y aunque sintamos todos de vez en cuando un vacío yo sé que en el fondo hay algo más allá. me ponen felices los besos, los abrazacitos, los te quiero, las canciones que gritamos mientras brindamos y mandamos a la mierda todo eso que queremos y no.

Lo único que me sale bien es perderme

la negación es la forma más sensata de vivir. hace tiempo no me quedo en pijama apoyando mis piernas en la pared y mirando el techo. hace tiempo que no como tallarines verdes. las cosas se van dejando y no me doy cuenta. cada vez me tragan más mis sábanas, libros y discos viejos de alguna época escolar lejana. cada vez tengo menos lápices, sólo me quedan algunos destacadores, unas cuantas monedas en el cenicero y mis uñas con un esmalte gastado.
ya ni sé por qué me desaniman tanto las noches, se me ha hecho costumbre, ya ni carretear quiero, al menos no todos los fin de semana como ya estaba acostumbrada. pura escritura vacía. me duele la guata por el frío así que mejor me voy. adióh.

Quería escribir cosas mamonas, déjenme

me gustaría que vinieras un día a tomar té por la tarde, me gustaría que vinieras y olvidáramos toda esa parte fea de la historia y recreáramos ese día de ensueño donde te dejé besarme las costillas y me dejé sumergirme en el arrebol de tus mejillas y el tiempo se llevó consigo la espera.

Día en pijama

me gusta hablar con mi vieja y tener conversaciones profundas, aunque por lo general en medio de la conversación se me hace un nudo en la garganta y tengo que disimularlo, como para no tener vómitos sentimentales y dejar la cagá.

hoy me retorcí en la cama hasta gastar la última dosis de sueño. habría dormido todo el día si el sueño no se hubiera acabado. anoche soñé que estaba en un lugar super raro que se me hacía familiar, con gente más que familiar pero que no quiero ver tanto. igual me gusta lo libres que son los sueños últimamente, pasa cualquier hueá, la historia no siempre se desarrolla y yo hago básicamente lo que quiero. básicamente lo contrario a mi vida despierta. 

siempre le discuto a mi vieja lo racional que me hizo, esa puta racionalidad que termina por lo general provocando en mi un miedo irreparable, una hueá que me hace ser tan cobarde por la chucha. yo lo relaciono con el desastre en que tengo convertida mi vida cotidiana. no sé dónde ordenar bien las mentiras para que no se vayan a caer todas de una vez, los rinconcitos de mi pieza donde esconder cosas ya están llenos. acá me desoriento, al final del día, en esta casa, un poco de lo que soy realmente se va perdiendo para siempre, en medio de todas las versiones que he inventado sobre mí misma. se me está olvidando quién era y quién no.