Soy la señorita dos medidas y el hielo,
la que deja todo claro y lo anula al final,
la que muere por la idea y se cansa muy deprisa.
No es que sea caprichosa, es un rasgo de carácter, y no es broma,
qué quisiera poder ser de una línea,
monoteórica, puro color.
Pero no,
la vida misma que no para me hizo así,
obligada a entender que un mundo tan inquieto
no precisa de apuntalamientos de descanso.
Soy la señorita dos sonrisas y hasta veinte.
No cambio de opinión tan rápido,
tomo las decisiones con seguridad, a veces, tantas,
para tener más tiempo de cambiarlas luego.
Comprendo más de lo que digo, digo más de lo que entiendo.

te invitaría a tomar el desayuno,
te prepararía el café, algunos panqueques
o lo que quieras.
ni siquiera se lo que te gusta
no sé si prefieres un té o un café,
no sé, porque realmente no te conozco,
ni yo me conozco,
a veces pienso si es que realmente existes.
te veo, te busco,
te abrazo un rato,
me miras y sonrío
(en el fondo muero un poco).
hay palabras superfluas
hay cosquillas en la guata que debería extinguirse
hay despedidas que no deberían ser
hay momentos, tantos momentos
en que me pregunto como puedes estar asi,
tan cerca y tan distante.

Más libre que dios,
más simple que el viento
puedo, si quiero,
abrir y cerrar los ojos,
abrir y cerrar la boca,
elegir que me odies (muy, muy fácil),
hacer que me detengan,
ser esclava sustantiva de por vida,
hacer el ridículo siempre que quiera,
explotar mis defectos con mis semejantes,
perder la polera, la casa y hasta la dignidad,
arruinar mi salud,
agravar mi neurosis,
dejarme morir ahora mismo.
Más libre que dios,
más simple que el viento.

Huevás de pendeja

Qué cosa tiene la calma que de pronto perdona y hasta agradece cualquier piel o cualquier ojo. Es como escribir, yo sé que no importa tanto eso de ocultar, pero es que me gusta ser honesta, por eso escojo las palabras para que no sean tan superfluas.
Ya he escrito antes que me canso de adolescer mi adolescencia, tal vez será la frase de mi año, pero es que es verdad, me cuesta ene saber que debo tomar esa puta decisión, yo sé, es difícil, muy difícil, difícil con mayúsculas y énfasis, con paréntesis, tildes y mil huevás más. Lo único que quiero (a veces) es subirme a un asteroide y mirar las estrellas toda la vida, suena cursi, lo sé, pero es que sería tan bonito.

Vuelvo sobre mis pasos
destrozo cada molécula repugnante.
Es como entender dónde acaba un edificio y dónde empieza el otro,
ver la cicatriz e introducir navajas,
ir tirando del papel pintado, rascando, rasgando,
y aparece la forma fea y original.
Duele todo y aprendo demasiado.
Sé que esta vez no podrá ocurrirme nada
a pesar de llenarme la cabeza
de imágenes y de palabras.
Se me quitan las ganas de hablar
(¡Que repugnante es todo!).
Yo sé que no podrá ocurrirme nunca mas
ahora es lo único que tengo claro,
lo único en lo que me dejo pensar.

Creo de crear, NO de creer

Yo no creo sólo por crear
yo creo para creer
para hablar
para sentir
para expresar
para decir al final algo más que verbos

Felizmente ignorante

lo que quiero saber
es qué va a pasar cuando
ya no tenga estas manos que escriben
para secar mi llanto
o este rincón entre mi oreja
y mi cuello
para ocultarte
qué va a pasar cuando
ya no exista regazo para volcarte
ya no exista opción de mirar un rumbo ajeno
ya no pueda usar tus ojos para mirar el mundo a tu manera
yo no sé qué va a pasar

lo que quiero saber
es qué va a pasar cuando
lleguen los minutos posteriores al descanso
cuando no hayan sino bombas nucleares en mi cabeza

sé que cosas así duelen
duelen de las más crueles maneras

lo que quiero saber
es qué va a pasar cuando
ya no tenga dudas
cuando ya lo sepa todo
cuando note lo crudo y bizarro de las cosas