26.5.10

No siempre estoy contenta,
será porque no siempre soy feliz.
Se me desarrollan nuevas habilidades que se quedan atrofiadas rápidamente en mi cerebro.
De eso trata esta nueva estupidez.
Yo sé que es mentira mucha verdad de la que hablo.
Yo lo sé.
Me quedo mirando cada verso
sabiendo que todo quedará perdido
¿y tanto esfuerzo para ... eso?
Sí, tanto esfuerzo para estos pequeños pies que se cansan de caminar y pegan patadas.
Sí, tanto esfuerzo para este cuerpo de herida culpable.
¿Quién me vende un poco de tiempo para que le aburra?
Sobrevivir a uno mismo
es lo último que haremos, no cabe duda.

18.5.10

cuando subas tráeme la llave,
no tengo ganas de cerrar la puerta
vamos a quemar las alas
ya no nos hacen falta
y tengo tanto tanto tiempo
dentro del vaso vacío
que el vértigo es el vecino de al lado
y hemos desaprendido a destender la ropa,
trajes desnudos que no nos hacen falta

cuando subas tráeme la llave
y te entrego mi falda,
toda, todos los pliegues
y los volantes y el viento
que transita por tus manos
antes de relajarme
en este momento
en el que no hace falta nada,
ni una nota de música
porque es una canción este segundo,
porque qué más hace falta
ahora mismo.
Todo lo que perdí
lo iré ganando.
Ya no serán los mismos pasos de baile,
seguiré huyendo de esta historia, de esas tardes, de esos libros,
pero vendrán nuevos cuentos y deseos.
Todo lo que me quitaste
lo iré sustituyendo,
pero, no te preocupes, tranquilo
que aquí de rencores, nada,
ya sé que no fue un robo a mano armada
sino un engancharse a la piel mientras dura el estío
y todo lo que se queda ahí olvidado.
Todo lo que me obligo a olvidar
volará alto y lejos
y se irá llenando cada poro
de una materia transpirable y nueva.
Sé que podrá hacerse,
todo lo que perdí
lo iré ganando
con otro nombre, otra cara, otra semilla de fracaso.

17.5.10

te miro con impaciencia de sueños mientras alerto a mi cuerpo de que
así cercanos
hay riesgo de tentación.

quememonos, me digo, con este sudor al borde de la primavera
y este silencio de mirarnos sin escrupulos antes de cerrar los ojos
para encontrarnos en el tercer sueño a la izquierda,
callejon sin salida ni ropa, número par al cuadrado, algún poema que me sé de memoria
y te digo al oido.

yo te dibujo acrobacias en el pecho
mientras los besos que todavía no te he dado me molestan en la lista de espera de mi boca.

Voy a estropearlo, pienso, pero lo mismo se ríe de mis caidas
y entonces da igual
porque su risa es un vicio y lo demás cotidiano.

por eso, me pongo seria y con cara de niña buena
y engatusada (no hay disimulo, te lo advierto)
cambio la letra de la canción
para sentirme más identificada.

Quiero vivir y no sabes con qué ganas,
posiblemente eso o la pereza
me salvó de algún suicidio literario.

Debería hablar más de vosotros
pero aún las cosas están en el aire,
intento cuadrarlas con las de antes, pero ya no sirven.
La luz es la misma y el día es el mismo y mayo es el mismo
pero la mente se defiende con sus armas, que son muchas
y me hace creer que todo crece.

16.5.10

He aquí y por lo tanto
porque hay flores que crecen sobre los adoquines

y no les importa el cemento para echar raíz, y hay relámpagos que tiritan
por el azul del cielo
y nubes con forma de ovejas que acarician.

He aquí y por lo tanto
un te quiero como un arco iris
y no sé y tampoco me importa
si es que falta un color
o sobra una letra.

lo que me hace ser fuerte son tus manos dibujando vaivenes en mi pecho
porque en eso me gustas
y he descubierto que soy tan feliz cuando lo digo
que no decirlo es como mirar las estrellas
y no pararte a contarlas
que por primera vez otra vez te has enamorado
y yo no soy ese motivo.


y no me importa, no me importa y lloro tanto
que tanto he perdido y mucho haz ganado,
que al mirarnos, a veces tartamudeo en busca de algo que te haga sonreir
entre el secreto de ayer y las promesas de mañana, pero también viceversa,
que el secreto no existe, que las promesas no se cumplieron,
que ya nada importa.

15.5.10

Hay una Mariana que es mala, que es borde y todo eso,
que se pone temerosa e insegura, que se cree muda y que se enfada
si no le prestas atención y te concentras en hacerla sentir la única
y que, además, no piensa devolverte el favor en esta vida.
Es una Mariana que tortura y que lo sabe,
que es buena en sus labores maquiavélicas,
conoce puntos débiles y da con personas muy pacientes.
Es una Mariana que se enloquece, como las furias,
que sólo busca el mejor interés al mínimo coste,
que quiere vengarse del mundo por los malos ratos que pasa.
Es una parte que tenemos todos, no me preocupa.
Hay otra Mariana que te escucha y que te ayuda con los ojos comprensivos bien abiertos,
que daría su tiempo, su intento para que fueras sólo un poco más feliz.
Es una Mariana que quiere arroparte, que quiere cuidarte,
que borra su nombre en el tuyo, que no se importa, que es feliz dándote su felicidad.
Es una Mariana que sólo pretende regalar al mundo algo de la felicidad que ella lleva.
No me preocupa, es una parte que tenemos todos.
Pero he aquí que a veces se confunden
y suceden ambas a la vez compartiendo espacio-tiempo,
y el resultado es una Mariana que te busca y que te escucha mientras llora,
que te activaba los nervios mientras te abrazaba y te besaba,
es más, que te abrazaba y te besaba para activarte los nervios,
que, con lágrimas en los ojos, te convence
de que es feliz mientras tú lo seas, y miente,
que no necesita más atenciones, más regalos, más apoyo
porque está confundida molesta.
Que quiere asfixiarte, todo para ella, porque te quiere, porque quiere que la quieras.
Aún siendo tarde soy una Mariana tan Mariana
que ni siquiera puedo pensar en mi como otra cosa lejana a eso.

13.5.10

No acabo de comprender, o de aceptar, o de admitir
que para ser una
Loser la cosa no es perder siempre,
tampoco ser quieta y pasiva y dejar que la corriente siga pasando.
Soy energía, todo energía.
Me meto en los tornados que otros crean
y quiero, espiral, estar ahí dentro y aquí fuera.
Me voy arriesgando, me voy exponiendo,
como el soldado que, pieza a pieza, pierde la armadura.
Quiero irme y quedarme,
retirada a tiempo que ignora
o enterarse de todo y soportar paredes.
Yo, villana en mi rincón,
con todo el orgullo que tiene el mar,
debiera ya comprender o aceptar o admitir
y sobre todo saber, saber ya de una vez
cómo hacer esto de acercarse por la espalda
y ni clavar puñales ni que me claven unos,
salir ilesa de tus ataques
que no quieren ya ni matarme
y eso me hiere aún más profundo,
me hiere y me duele porque no estás y estás
y esta batalla ni siquiera es suya pero ya me ha ganado.
Yo miro desde la orilla
perdedora y mártir
(cansada de padecer)
trantando de comprender, aceptar o admitir
que no soy perdedora si no lo intento y pierdo,
soy perdedora porque no lo intenté.

El problema es cuando la gente
comienza a decir
Te quiero
y te ve a los ojos
y te convence de ello
y te adormece
meciéndote lento
muy lento
y muy dulce.
Soy independiente,
cuánto lo lamento.
Busco a los demás sin exprimirlos,
si me siento naranja, me retiro.
Fijas tu atención en cada gesto de los míos,
pásame por alto los errores,
lo que pides sólo lo venden en un sitio
y yo allí no vuelvo.
Tomo el sol mientras te espero
¿crees que eres lo mejor de la tarde?
Podrías serlo si quisieras,
si levantaras tu mirada,
deja que entre la brisa y nos deshaga.
No eres la luz que más calienta,
pero sí una supernova que no brilla
y bien podrías perdonarte y ser tu amigo.
Y qué más da si te niego mil veces delante de otros
si al final vuelvo a tu lado,
a esos no les importa saber si blanco o negro contigo.
esas canciones
esas palabras
esas ideas (ahi quedaron, sólo en ideas)
quedan
apuñaladas bajo
una piel congelada - la mía

el tiempo
- ése, el que duró lo nuestro -
late despacio
y regresan los versos
las locuras
la capacidad de
voltear
ver y,
con dolor,
aceptar que lo más sencillo
cuando un sueño se convierte en algo
demasiado bueno
es despertar
con un balde de agua fría

12.5.10

Cambiar una coma, saltar sin zapatos y gritar con lágrimas de saliva, corramos juntos, estamos solos esperando a que nos alejemos aún más. Baila conmigo, abrazame y veamos como baja nuestra temperatura.
Salgamos afuera donde hay sol, aunque me gusta el viento frío con esa luz fluorescente, te digo palabras al oído, te llamo solo con alcohol en la sangre y GAME OVER ... te vas
Tengo la culpa de hacer preguntas imprudentes

11.5.10

Muy a menudo

Lluvia, risas, cervezas, perplejidad, culpa, desconcierto, no estar sola, encajar y desencajar, cuentos, poemas, psicosis, dos contra el mundo, ¿eso te funciona alguna vez?, comprensión, incomprensión, contradicción, heridas, del derecho, del revés, lugares a los que no volveré sin un escalofrío, mareo, regalos insustituibles, el beso de día, el beso de noche,el beso a todas horas, lluvia, escaleras, necesidades, tensiones no resueltas, culpa, miedo, soledad, silencio, desapariciones, frío, deseos cumplidos, deseos no cumplidos, sufrir por alguien, sufrir con alguien, volcarse, perderse, sonrisa falsa, carcajada auténtica, mirada de los mil metros, desnudez, estrellas, nubes, peligro, cuestas, culpa, la futura espera compartida se la llevó la tormenta y el tiempo, la certeza de que jamás volveré al Sol sola si no es bajo amenaza, no llamar nunca a nada por su nombre, confesiones, confianza, recelo, odio, frustración, lo estúpido, lo incómodo, la calma, botellas de agua, espejos, miradas que traspasan, mentiras a medias, medias verdades, intermitencias, lluvia, las peores y mejores noches de mi vida, ilusión, ganas, miedo, aprendizaje, esto es la guerra, técnicas de visión lejana, sueño, buscar la persona que un día fuiste, sacacorchos, abrelatas, agradecimiento, un montón de plazas, un montón de calles, calor, orgullo, descontrol, que sepas que de los planetas sólo me gusta Plutón (y de planeta sólo tiene el recuerdo), escondites visibles, sonrisa estúpida que espera, apuestas ganadas que se quisieron perder, zapatillas nuevas, el gris más gris que nunca, saltos, this fire, lo que se guardará para siempre, yo también y yo tampoco (quiero), el egoísmo, agresiones, violencia, distancia a dos pasos, cercanía a mil kilómetros, recuerdos, regalos inmateriales, intentar alegrarse por otro, ayuda, sabiduría, ignorancia, cosas que pasaron para siempre y no volverán, libertad, cosas por hacer aún, confusión, culpa, no te vayas con ella, inconsecuencia, sentirse la reina del mundo, sentirse arropada, la esperanza de que este adiós abrace un hasta luego, equivocarse, acertar (puntos suspensivos entre paréntesis)

8.5.10

No entiendo nada
No entiendo nada

NO ENTIENDO NADA

No entiendo nada

No entiendo nada

No entiendo nada

No entiendo NADA


No entiendo nada

No entiendo nada

¿Te has preguntado siquiera si demostrarte que me importas sirve de algo?

Pues yoo sí me lo he preguntado, muchas veces de hecho, y creo que si te demuestro que me importas o cuánto me importas (o importabas, ya no sé) tú te vas a alejar... y eso no sólo me importa sino también me da miedo... me da miedo porque a lo largo de todo este tiempo me he acostumbrado, me he acostumbrado a tus rarezas, a tus insensibilidades, a tu libertad, a nuestra libertad, tal vez hasta podría decir que me he acostumbrado a ti ...
Y quizá lo lógico sería que me siga alejando YO de ti, que no enrede más la historia porque son muchos los motivos por los que no vamos a estar más juntos de lo que ya estamos.


7.5.10

Carta para mi ... en algún lugar

Porque eri una maldita weona, porque siempres piensas en otras cosas que no son la realidad, porque no sabes hablar ni menos explicarte bien, sabes algo? hoy mueres para siempre...
Porque no tendras ni manos, ni pies, ni boca, solo oidos y ojos para poder ver y escuchar,
Sabes algo? buscabas una respuesta a lo que siempre te preguntas y esa respuesta es SI! si quiero y me arrepiento y eres una weona.
Ahora ire a ocultarme dentro de una nube en lo mas profundo del espacio, a no pensar en nada, volar y fumar y disfrutar porque tu desapareceras igual como lo hicieron los otros.
Esta bien anda y disfruta, porque a mi y a ti, aun nos queda un largo camino por andar.

Pero, he venido aquí esta noche porque me he dado cuenta de lo perdedora que eres mariana weona!

6.5.10

Me acuerdo, te acuerdas
y sólo uno de los dos quiere olvidarlo.
Y si me tiras la flecha, la atrapo con los dientes, aunque hiera.
Yo, menos experta, ataco con lo que tengo a mano:
palabras, piedras, ironía.
Comprendo que no puedo odiarte porque no me adores,
tú no has pedido ser quien eres y mucho menos
ser quien yo te hice,
aunque es una opción como cualquier otra, incluso buena,
pero desde que soy mayor, madura, responsable
ya no hago esas cosas.
Así que sigo caminando entre el polvo y la lluvia, el barro que deja,
allá habrá un lugar, digo yo,
donde sea más fácil esto de la sorpresa y la vida brillante con mi guitarra.
Reprimo el impulso de hace años de decir "mírame, ámame, mírame"
Yo tengo mis palabras, esto que ves no fue hecho en un día,
pero, si te place, lo destruyes cuando quieras, porque puedes.
Una palabra tuya bastará,
una mirada tuya de aquí en adelante será,
y mi sonrisa de lado, medio amarga, medio triste, mitad de cuarto de alegría,
que dice que tú nunca te enterarás.
No, nada de fijar mis ojos en ti y forzar el giro de tu cuello.
Ni siquiera que caiga un saludo de los cielos.
Esperanza, calma, confianza.
O matarme a mí misma de tanto creer y creerme.

5.5.10

No camino hacia atrás

A veces no miro al cielo
no sonrío por sonreir
sólo miro el suelo
enciendo un cigarro y espero que todo pase
no miraré hacia atrás por que ¿para qué?
apago el cigarro
tomo una piedra
la hecho al bolsillo y camino ...

3.5.10

Creo que aún puedo escribir

siempre me encantó escuchar cuando usabas palabras rebuscadas, y cómo apreciabas el valor de todas y cada una de ellas. quizá fue por eso que usaste siempre como respuesta el odiado "idem". excusaste, siempre, tu falta de emotividad justificando tu pasado y tu contexto. como que nadie nunca hubiese sido suficiente para ti. como augurándote tu propia miseria. a veces, como si la quisieras. y te amé así, con todo lo que pude. con mi alma, con mi corazón, y con todas mis fuerzas. luchando. batallando contra enjambres de fantasmas, y contra ti. sintiendo siempre que nunca lograría nada más que las sobras de ese gran banquete, ahora extinto. dibujé en el aire con mi lengua, sedienta de amor, nuestra propia historia: la que íbamos construyendo. y le agregué utopías creyéndome lo suficientemente fuerte como para demostrarte y demostrarme que soy esa amante, esa que ama sin medida. incluso, sin esperanzas. y me gustaba aprender palabras contigo. y escuchar cuando usabas palabras rebuscadas, y cómo, con esa mirada perdida, apreciabas el valor de todas y cada una de ellas. quizá fue por eso que las usaste siempre como un arma de dos filos. eres inteligente, tal vez más que yo. y me encantaba cuando en medio de la tarde destrozábamos nuestras sábanas mentales y yo te decía al oído "Te quiero", mientras me dejabas recorrerte la locura con mis labios sedientos de ti. como que siempre fuera la última vez. con esa pasión con la que construíamos mundos paralelos. quizá fue por eso que me enamoraba de ti, por tu alter ego en mis manos, cuando todo desaparecía y, al terminar, volvíamos al mundo miserable donde usabas esas palabras rebuscadas que tanto me encantaban. quizá por eso sabías qué decir exactamente en el momento preciso. cuando presentías que pasaría algo. cuando buscabas pretextos para "olvidarnos de todo" porque "no querías cambiarme o hacerme daño" y cuando te daba "tristeza saberme enamorada" de ti. es que verme sin ti siempre ha sido pavoroso. tan sin ti, soledad tan inmensa sin ti... y tan completos que fuimos cuando no estabamos y estabamos al mismo tiempo. como si fuésemos la pasta y el cepillo, la cuchara y la sopa, la arena y la espuma. y me encantaba cuando usabas tus analogías para ilustrarme tu/mi/nuestra situación con palabras rebuscadas, y ver cómo apreciabas el valor de todas y cada una de ellas. quizá por eso sabías cuándo callar. cuándo dejar el silencio como testimonio de cualquier cosa. cuándo evadirme. cuándo darle la vuelta al asunto y decirme que, quizá, el problema era yo, no tú, o viceversa, y al revés, y de regreso, y mi inseguridad y la tuya. como siempre, llegando a nada. y me gustaba sentirme enamorada de ti, y saber que quería (niña imbécil que soy) estar contigo, y ser plenos, como cuando nos besabamos el cuerpo. como cuando descubrí las estrellas contigo - siempre, contigo, era como una primera vez - y vi colores en el techo oscuro de mi cielo. quizá por eso siempre tuve la prevención de no decir más que grises. y me gustaba pelear contigo por eso de los grises, y los negros y los blancos. como que no existiera una paleta infinita de colores. como si, de hecho, el blanco y el negro los fueran. y me gustaba verte de reojo, para que no te dieras cuenta. para no sentirme descubierta. quizá por eso te dije que amo hasta pasado el tiempo, cuando sabía que no podía quitarme este músculo del pecho para que bebieses de mi sangre hasta saciarte y sonreír. y me gustaba recostarme en tu regazo y que escucharas cómo esa máquina que llenabas de vida me torturaba el pecho. sabiendo que teníamos sólo ese segundo para la verdad. sabiendo que en cualquier momento cualquiera de los dos saldría huyendo despavorido del otro, como si el monstruo fuésemos nosotros mismos cuando estamos juntos. y odiaba cuando eso sucedía, y nos lastimábamos con fuerza y sin piedad. sin perdonar nada. siendo nuestros más duros críticos y obviando que respirábamos el mismo aire. y de ida y vuelta, en este círculo de amistad/amor, siempre me encantó escuchar cuando usabas palabras rebuscadas, y cómo apreciabas el valor de todas y cada una de ellas. quizá fue por eso que usaste siempre como respuesta el odiado "idem" y/o el frío "yo también"