17.5.10

te miro con impaciencia de sueños mientras alerto a mi cuerpo de que
así cercanos
hay riesgo de tentación.

quememonos, me digo, con este sudor al borde de la primavera
y este silencio de mirarnos sin escrupulos antes de cerrar los ojos
para encontrarnos en el tercer sueño a la izquierda,
callejon sin salida ni ropa, número par al cuadrado, algún poema que me sé de memoria
y te digo al oido.

yo te dibujo acrobacias en el pecho
mientras los besos que todavía no te he dado me molestan en la lista de espera de mi boca.

Voy a estropearlo, pienso, pero lo mismo se ríe de mis caidas
y entonces da igual
porque su risa es un vicio y lo demás cotidiano.

por eso, me pongo seria y con cara de niña buena
y engatusada (no hay disimulo, te lo advierto)
cambio la letra de la canción
para sentirme más identificada.

Quiero vivir y no sabes con qué ganas,
posiblemente eso o la pereza
me salvó de algún suicidio literario.

Debería hablar más de vosotros
pero aún las cosas están en el aire,
intento cuadrarlas con las de antes, pero ya no sirven.
La luz es la misma y el día es el mismo y mayo es el mismo
pero la mente se defiende con sus armas, que son muchas
y me hace creer que todo crece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario