17.1.10

Donde antes tenía yo el cerebro
hay ahora una idea fija vestida de negro, elegante,
que no me deja dormir, que no me deja sentir nada más.
Donde antes tenía yo los ojos
hay ahora un espasmo, una diéresis, algo raro reconocible,
porque calmar el dolor cuesta,
pero ¿acaso crees que el dolor es gratis?
Mis manos se ponen a trabajar para quedarse quietas,
ahí justo donde están, sin movimientos
y si se paran un segundo
el recuerdo vuelve,
feliz y agónico,
mágico, catastrófico, terrible.

"Cuando dejes de amarme
será, quizá,
porque encuentres otra cosa
a la que ni quiero, ni puedo sustituir,
pero de ella pensarás, quizá,
que debe sustituirme."

No hay comentarios:

Publicar un comentario