La primera epifanía

Definiendo las sombras, ellas no están etiquetadas,
en el fondo prefiero abrochar mis zapatillas y correr,
quizá salir huyendo,
me siento, enciendo un último cigarrito, quiero dormir,
me duele la cabeza, el polvo en mis pantalones vuela,
como pequeñas particulas de incienso marchito,
-. es simplemente el deseo de tenerte con seguridad .-
la hora avanza arrazando con mis segundos, yo no te veo,
tú nunca me haz visto, nunca como realmente soy,
porque yo no me conozco, yo no te conozco, nunca nos conocimos.

Desordenas el polvo, yo recién junté las hojas,
el antejardín está limpio para ser escrito nuevamente,
abrazate bien fuerte que por el cielo merodean las nubes,
nubes como ratones sigilosos, mordiendo la hierba.

Astuto, el crimen no está oculto,
acaricio tu cuello con mi mano derecha,
la empapas de tu aroma entorpecedor,
me voy, no te mirare mas, no de la misma forma,
recuerdo ... me siento más tonta,
no me importa que nos miren ... te besaría ahora mismo,
mas no puedo, si en tus ojos me desvelo,
simple epifanía de resuellos en mis labios;
ahora yo tengo la libretita de hojitas amarillas para escribirte,
mientras tanto muerde el polvo de nuestras sabanas imaginarias,
yo hare de esto una nueva sensacion.

Cumbre de arañas de terciopelo, corriendo por el suelo,
me siento como un gusano de tanto retorcerme pensando en esta mierda de inseguridad,
pero vamos, que siempre recaemos, siempre en la misma piedra,
siempre hablamos de ellos como si importaran realmente,
deja su nombre en el pasado, yo dejaré el suyo nuevamente
y me quedaré con el tuyo grabado en mi lengua de serpiente,
fría sangre que acurrucas con tus pestañas al verme caer mientras te miro fijamente.

Puedes creer que puedo amarte?
no temamos algo que aún no pasa,
la vida parece una catarata de murcielagos,
muero por verte mordiendome