últimamente me he sentido frágil como los volantines enredados entre las ramas de los árboles o en los cables eléctricos. no se muy bien que quiero del mundo ni que quiere él de mi, suelo mezclar las cosas y confundirme cuando vengo camino a mi casa. me gusta subir edificios muy altos con ventanas gigantes, pararme a su lado y mirar hacia abajo, donde las personas se ven como hormigas y los autos como pequeñas piedras.
me detuve hartas veces a mirar, y en el reflejo se veía un poco mi cara, notándose mi boca casi roja y las pecas de mi nariz. pienso en ir seguido a clases y elegir muy bien mi asiento antes de sentarme, pero una vez que me acomodo, saco mis guías y continuo rayando lo que deje sin terminar la última clase, y siento como si fuera pegando con cola fria mi caparazón. cada vez que me subo a la micro me da sueño y me dan ganas de pedirle prestado el hombro a la persona que va al lado, aunque sea solo un ratito. en mi billetera llevaba días un resto de marihuana, que no me tentaba ni un poco en fumarla, porque no tenía energías para nada. incluso lavarme los dientes antes de dormir me resultaba un suplicio, un tramite tedioso en la peor parte del día. ahora como extraño tener la billetera más gordita, por último para correr a la playa, hundirme en la arena y fumar.
a mi tampoco me gustan esos volantines enrredados , nose si entendi, pero se te ve cansada :c, relajate mas mujer te quierroooooooooooooooooo <3
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