5.4.12

Cuarenta y siete atardeceres seguidos

han existido un millón de historias que he contado acá y otras (pocas) que he guardado. el blog ya no me llena como antes, quiero un librito lleno de hojas blancas (como alguna vez tuve) para escribir, para contar hueás y no sé; no es que me crea bacán ni nada, pero quiero escribir cosas que la gente no vea, que no sepan y que si llegan a saber es porque encontraron el librito o porque me saben leer demasiado bien.
un día lloré harto porque había crecido, porque tenía miedo. hoy no es tan distinto todo, hoy me doy cuenta de que todas las horas que he perdido pensando en un futuro terrible, no fueron más que yo misma poniéndome límites para disfrutar la vida. tampoco puedo decir que no disfrutaba la vida, pero era una forma distinta de ser feliz.
estoy en ese preciso momento en que estás casi dormida pero sigues frente al pc sin saber muy bien por qué. la verdad no sé que chucha escribir (debe notarse un poco) pero tengo ganas de hacerlo. sé que siempre siento más de lo que escribo pero es que a veces las palabras se me anudan en la garganta y no siento más que los dedos. la creatividad no me alcanza, porque en volá ya no hay mucha. en algún momento llegué a esto, a esto que es tan pequeño y grande a la vez. ésto que más allá del tamaño, importa en el sentido de lo bonito e imprescindible que se ha tornado. es como cuando uno inhala. el aire inhalado es rico en O2, luego de eso, se exhala y se puede botar bastante CO2. si te aguantas la respiración un rato, el CO2 acumulado te mata (o más bien la ausencia de oxígeno). y yo estoy respirando cada día mejor. también he exhalado, he botado todo lo malo que había acumulado éstos últimos años.
lo único que no quiero del invierno son las chimeneas, odio bajar el cerro y mirar la nube que se forma sobre la ciudad por el humo de las chimeneas. por otro lado sigo amando tanto las bufandas y los gorros en el invierno.
de repente dije quiero escribir algo en mi blog, no se muy bien ya que en estos días estoy sin palabras sobre muchos temas. tengo unas ganas tremendas de fumar marihuana, pero estoy esperando ver a mejor amigo y que mejor amigo me diga "hueonaparatuhueá" y yo le diga "yahueónya" y ahí se me quiten las ganas marihuancias de estos días.
estoy media resfriada, un poco harto aburrida y un poco igual que siempre. no sé por qué tengo tan buenas expectativas acerca de lo que viene, pero supongo que será bacán, deben venir cosas pulentas. quiero que se acaben muchas cosas. estos días fueron buenos, porque se arreglaron cosas que necesitaban solución, así que estoy más tranquila. no quiero pensar mucho, tampoco quiero hablar tanto. sólo quiero mirar, mirar y ser llevada inconscientemente a otro momento, que no sean esos de vacío en que me pongo tan tan hueona que hasta yo me pegaría un combopatá en la guata.
hoy día mi mamá me leyó el horóscopo (porque somos del mismo signo) y pucha a mi no me gustó lo que leyó, así que he decidido no creer en esa hueá. el horóscopo no debería dividirse en dinero, trabajo, salud y amor. a los 18 años nada me puede interesar tan poco como las predicciones sobre mi dinero que, por cierto, suele consistir en una luca o dos repartidas en monedas entre mis pantalones y la profundidad de mi banano. 
al final es como si todo en la vida lo tuviera prohibido. o me lo prohibo yo misma, o me lo prohiben, o se me escapa de las manos, o no sé qué hacer, ni qué hice, ni cómo, ni cuándo, ni por qué, ni para qué, ni qué sigue ni qué seguirá. pero al final tampoco importa tanto.

1 comentario:

  1. me dedico siempre a perderme, entre medio de mis rollos de lana de colores, intentando buscar la punta, y terminar abrigadito en el chaleco, pero termino en tu blog, leyendote, qué mejor? ♥

    ResponderEliminar