7.2.12

No sé quién te hizo daño, aunque lo intuyo,
quién te hizo desconfiar de esta manera,
quién te hace huir ante mis manos limpias,
quién te hace odiarme aunque me quieras.
Y es que esta tortura, toma y daña,
ya tanto repetida y tan cansada,
tiene su final, su fecha y día,
que no sé si será ahora o un poco luego,
pero a poco que repaso y que releo,
veo 100 a 1 en las apuestas
y ni puedo inundarte ni tú secarme en absoluto,
aunque me deje, aunque esté dispuesta.
Y me da pena, por supuesto, y me da miedo,
y aunque perderte sea la opción de los cobardes
es necesario
para seguir viviendo.

1 comentario:

  1. la curiosidad mató al gato! ojalá no les pase lo mismo a las jirafas... y por qué es tan necesario perder a alguien para seguir viviendo? creo que verdaderamente esa es opción de cobardes...

    ResponderEliminar