26.11.10

si bien suelo ser alguien que planea y planea, que imagina e imagina días y panoramas futuros en imágenes de 35 mm y con un buen soundtrack de fondo (demasiadas películas y libros hacen su trabajo inevitable después de cierto tiempo), no dudo en aceptar que los segundos más cinematográficos de mi vida han sucedido de una manera que precisamente jamás habría podido construir en mis constantes sueños despierta. me gusta pensar que la vida es en realidad un tipo o una tipa juguetona y traviesa que busca la manera de sorprendernos a cada momento o quizás sólo un buen guionista maquiavélico con un proyecto largo y no tan definido. si hay una cosa que me hace feliz de estos breves 17 años es saber que, si tengo suerte y comienzo a respetar los semáforos de ahora en adelante, me quedan tantos días con tardes bacanes, con personas geniales, con la gente que puede comprender y aceptar todo tan tan bien. tengo tanta suerte (a veces).

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