Quiero subirme a un asteroide y estrellarme en la nada, o en estrellas tal vez. Estoy preparándome (intentando) para un desenlace negativo, para el final más ínfimo o dramático, para la peor de las despedidas, para lo más malo que mi mente podría imaginarse. Sin embargo en el fondo, aquí en el IN-terior todo es positivo y eso me asusta, pero ya no importa porque estoy REforzándome (tratando), ya no importa, de verdad, no me importa nada absolutamente nada ni nadie...
Esto es como un círculo. Leía cómo protegerme del trance que a veces me embiste y se tornó estúpido e inesperado porque lo único que hizo fue potenciar las manifestaciones en mi mente y en mi cuerpo. Tengo que evitar el evitar, ser autónoma e independiente y olvidarme a veces de que tengo el control.
Prefiero sentarme en la vereda o escribir las cosas que pasan corriendo por mis ojos, por las manos, por las pestañas y el corazón, también.
Los pájaros y las hormigas forman alianzas, el clima juega a favor, las sonrisas se acumulan, los nervios se ramifican y la vida, bueno, así es la vida, qué le vamos a hacer, prefiero sentarme en la vereda y tocar guitarra que quedarme en este puto rincón observando todo.

Chao. Voy por un cigarro.