27.3.10

Soy tan débil como la hormiga que transporta su peso triplicado,
tan enferma como le permito a mi mente,
tan mártir como las veces que me quejo,
tan mala como las penitencias que me impongo,
tan buena como las veces que las ignoro.
Tengo los días contados como todos,
no pierdo tiempo en castigarme si los pierdo.
Prefiero erógeno a lisérgico,
aunque se obtenga de lo mismo,
y constante imperfecto a sintético.
Soy tan fría como el tiempo que tardo en fundir nieve,
tan querida como gente habrá junto a mi tumba,
tan creyente como dioses tengo,
tan amiga como las veces que no te entiendo,
tan feliz como estando lejos, allá en la luna.

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