9.11.09

Así me vi ... algún día

Dejando las calles vacías, esperando que el perro hambriento persiguiera los colores que no distingue del arcoiris. Así era ... todo tan real, todo tan tangible como la silla desde donde hoy me lees y desde donde hoy escribo, casi tan parejo como un horizonte sin opinión ni rayos marchitos abarcando al tiempo. El tiempo, un efímero sonido de aire traspasando espacios entre dedos y siluetas que caminan sin saber que puede pasar, todo es una gran sorpresa.

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