Y nos teníamos despacio
- éramos un coro -
yo te hacía poesía
dentro de mi cabeza.

No me viste verte
no me vieron viéndote,
ni van a ver los lunares
que yo te dibujaré
mientras te bese vehemente.

Me arden los labios,
todo se convierte en llamas,
todo me sabe a satisfacción mutua,
tuya y mía.

Y es cierto,
tus besos son más amor que otra cosa,
me elevan hacia el cielo,
me dejan jugar con las nubes,
con tus labios,
con mi lengua,
con todo el amor que siento por ti.

Sólo aquí puedo decirte indirectamente que te quiero,
que me encanta perderte entre mis brazos y besarte,
y besarte nuevamente,
y volver a hacerlo,
hasta saciar/te/me/nos,
hasta colmar mis labios de los tuyos,
hasta colmarme de ti (eso nunca).

No sé como saber que te quiero,
no hay teoría que lo diga,
¿Pero cómo explico entonces esto que siento por ti?
esto que llena mis pulmones de aire
y mi cara de sonrisas.
No lo sé,
por algo intuyo estos sentimientos,
déjame romperme y hacerme pedazos
que quiero que tú me recontruyas
trozo a trozo,
beso a beso.