y quise perderme entre tu ausencia, y la velocidad me llevó lejos. me enredé en el espiral de sus pestañas; alguien me saludaba allá lejos y yo no podía ver quien era. me dolieron los ojos, te sentí abrazarme fuerte y por dentro el corazón me empujaba.
habían sonidos distintos, no eran llantos, ni orgasmos, ni risas, eran voces, eran voces con aromas distintos y yo no sabía si reír o llorar. yo no sabía y tú me bailabas y yo te gritaba y no me entendía. y por dentro el corazón me latía y me empujaba. me puse a correr fuerte en la última dirección desconocida, las luces se apagaron atrás mío y frente a mi un par de ojos pestañeaban, me miraban fijamente esperando algo, algo que quizás jamás podría darles y ahí me decidí a despertar.
si tu decides cuando despertar, alomejor tu también decides que es lo que sucederá.
ResponderEliminarme gustan estos textos son tan... secretos.
son como jirafas encubiertas, tapándose las manchas y caminando en cunclillas jaja