Me merezco mil insultos
y novecientos noventa y nueve besos
para cumplir con mi sino
de mujer, fémina dolorosa y doliente.
Y mil y un perdones,
eso, al menos, lo merezco.
Y una cobija y un transporte
y un descanso intercalado
con horror puro y sincero
del que no hay dios que lo afronte.
Y un trozo de maldad sin cura.
Y una oportunidad, siempre la última,
esa que la mayoría merecemos.
si, te mereces esos mil y un perdones, todos los merecen... esa es la última oportunidad, tienes una última oportunidad antes de tu extinción jirafasauria, no soy Dios, pero sé que la tienes :)
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